En esta ocasión no dudé tanto a la hora de decidir. Tenía algunas candidatas, pero igualmente muy claro cuáles eran las que debía incluir. Si bien he visto muchas películas a lo largo de este año que me han generado cierta decepción, o que no han cumplido las expectativas que sobre ellas me había creado, en general la cosa no ha sido tan grave como para merecer este dudoso honor. Porque la decepción implica expectativa. Y es por esto que encuentro que todas las pelis que he seleccionado son pretenciosas. Todas se anunciaban como grandes acontecimientos, perseguían ser más de lo que terminan siendo. Nacieron con el objetivo de ser la mejor en lo suyo, pecaron queriendo abarcar más de lo que podían y, en mi opinión, sucumbieron en el intento. Aunque he de señalar que no todas las que he incluido provocan la decepción por el hecho de haber generado grandes expectativas. A veces te topas con películas que, simplemente, te parecen horrendas, sin haber esperado nada especialmente relevante de ellas. En esta lista hay una que entra dentro de esta categoría. Por último, señalaré una vez más que no pretendo hacer dogma de esto. Simplemente es mi opinión personal, que he intentado argumentar de la manera más clara y respetuosa. Naturalmente, mi criterio no es más válido que el de cualquiera. En el caso de que alguna de estas películas que comento a continuación haya sido de tu agrado y deseas intercambiar opiniones al respecto conmigo, no dudes en escribirme. Tendremos un interesante debate. Y, sin más, aquí van las 5 pelis que más me han decepcionado o menos me han gustado en este 2020:
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En los primeros días del año, cuando todavía hubiera sido motivo de carcajada el que alguien nos contase lo que iba a suceder a continuación, me propuse ver una peli por día. De antemano pensé que no supondría un gran esfuerzo para mí pues, ya antes de que todo esto estallara, solía dedicar la mayoría de mis noches a ver alguna peli, y en muchas ocasiones, lo hacía en sesión doble. Es una de las grandes ventajas de tener montado un pequeño cine casero (proyector conectado a internet y pantalla de dos metros, no más). Lo cierto es que los acontecimientos me han permitido cumplir mi auto-propuesta con creces (aunque no llevo la cuenta exacta, pero desde luego que han sido más de 365). Y es cierto que he visto cine de todo tipo, desde rabiosos estrenos hasta obras relativamente desconocidas, pasando por adorados clásicos. Aunque soy amante de ver muchas veces las pelis que más me gustan, o de repetir algunas otras para hallar nuevos matices e interpretaciones, he procurado seleccionar muchas que no conocía, sin importar que fueran más recientes o clásicas. Por ejemplo, por fin he podido ver La Puerta del Cielo (Heaven's Gate), el clásico de Michael Cimino de 1980 que arruinó a United Artists. Y, pese a la leyenda negra que soporta en sus hombros, me agradó bastante (muchas gracias, Filmin). Igualmente, he disfrutado de otras películas más modernas que podría incluir en esta lista, como la deliciosa Ha nacido una estrella (A Star is Born), la cual, con una solvente dirección de Bardley Cooper, me mostró una faceta totalmente nueva y desconocida de Lady Gaga; o Boyhood (Richard Linklater), a la que llegué con seis años de retraso, a pesar de que Linklater es un director cuya forma de contar las historias me apasiona, y más si encabeza el reparto Ethan Hawke (¿qué esperan las plataformas de streaming para incluir Before Sunrise y Before Sunset?). Y así podría seguir haciendo una lista que amenazaría con ser interminable como el año que por fin acaba. No obstante, quise incluir en esta lista solo aquellas pelis que fueran de estreno más reciente. Dado que 2020 ha sido un año horrible para las salas de cine, he aumentado ligeramente la horquilla para dar cabida a otras que, a pesar de haberse podido estrenar en la gran pantalla con anterioridad, no han llegado a las diferentes plataformas de streaming hasta este año. Repasando las que finalmente he seleccionado para esta breve lista, y también aquellas que barajé pero descarté a última hora, he podido reparar en que todas tienen un elemento en común: un planteamiento sencillo. O narran pequeñas historias que se enmarcan dentro de la narración de otras más grandes (1917, de Sam Mendes; La Trinchera Infinita, de Arregi, Garaño y Goenaga); o directamente abordan historias personales e intimistas (Viaje al cuarto de una madre, de Celia Rico Clavellino; o Marriage story, de Noam Baumbach). Pero en la lista solo cabían cinco. No quiero hacer dogma con esto. No afirmo que estas pelis sean las mejores (dejemos ese tipo de afirmaciones para los niños pequeños), simplemente son las que más me han gustado a mí. Mi opinión particular no vale más que la de cualquier otro. Pero, si lees esto y sientes curiosidad por ver alguna de las que recomiendo, te invito a que me escribas contándome qué te ha parecido. Y, sin más preámbulos, aquí van mis cinco pelis favoritas de 2020.
Por Juan Nepomuceno Tardé en abrir los ojos y despertar. Me encontraba de nuevo en el mismo lugar que al principio, sentado en el sillón una vez más sólo, envuelto en la penumbra de la oscuridad salpicada por la luz anaranjada que reflejaba la lluvia que caía sobre las baldosas de la calle. La oscuridad se adueñó de mi vida y el tiempo se fue diluyendo en la propia oscuridad convirtiéndose en una maraña confusa de horas, días, meses, años… La oscuridad monopolizó mi vida, devoró mi pasado, hipotecó mi futuro. En mi prisión apenas recibía la visita del añorado sol, casi no disfrutaba de luz natural, a la que siempre había amado. Quién no. Vivía en la planta baja de una calle estrecha y pendiente, de modo que en realidad no era un bajo al uso, sino que estaba situado un par de metros por encima del nivel de la calle, una especie de primera planta más baja de lo habitual. Mi pequeña prisión no ocupaba más de una docena de metros cuadrados, y mi único contacto con el exterior se limitaba a una ventana protegida por barrotes de hierro y orientada al sur, lo que significaba que durante el invierno se colaban entre los metálicos barrotes unos tímidos rayos de sol durante unos pocos minutos al mediodía. Proyectaban en la pared la sombra de los barrotes, haciendo que tuviese la sensación de estar encerrado en una prisión sin haber cometido ningún crimen. Aunque ni siquiera las casas que se levantaban a unos pocos metros cruzando la calle podían impedir que el sol alegrase mis tristes mañanas durante un breve lapso de tiempo.
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Juan NepomucenoArte digital, pintura e ilustración, diseño gráfico, murales... Me dedico a todo esto... y a mucho más. Llega "El año en que murió Freddie" mi primer libro de la mano de Domiduca Libreros. ¡No te quedes sin él"
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