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El día 20 de marzo de 2011, un día escogido al azar, echó a andar esta web. Concebida en su primer momento para albergar un modesto portfolio de mi, por otra parte, por entonces creciente producción artística. Creciente tanto en número como en ambición, pues en aquella época de mi vida había decidido dedicarme profesionalmente al arte aparcando otras ocupaciones. Mi yo de entonces poco tiene que ver con el actual. Repasando con mirada retrospectiva lo que ha sido este largo camino, puedo apreciar que ha habido una gran evolución tanto en lo personal como en lo artístico. Cosa, por otra parte, deseable, pues no es gusto de nadie el estancarse, y menos en la inspiración y creatividad. La evolución y el cambio son sinónimos de enriquecimiento. Estos 9 años han dado material para muchas historias, y quizás algunas de ellas sean incluso interesantes de contar. Quizás, de aquí a un año, aprovechando la cifra redonda que ofrece la efeméride de los 10 años de existencia de la web, me atreva a hacer una recopilación de aventuras y desventuras artísticas. Es algo que ya tengo en mente (como siempre, ando planeando mi trabajo a corto, medio y largo plazo). Lo que traigo aquí hoy, con motivo de este noveno aniversario, es mi portfolio actualizado. He seleccionado algunos de mis últimos trabajos más representativos, mostrándolos de forma cuidada, y también algunos más clásicos que no puedo dejar de mostrar a pesar del paso de los años, como puede ser mi producción muralística. Se trata de un vídeo corto, espero que os guste y lo disfrutéis. Un 20 de marzo de hace 7 años nació esta página web. Fue un día escogido al azar que se ha convertido en una efeméride especial para mí. La realidad cotidiana de mi vida en aquel momento eran muy diferente a los actual. En realidad, la web surgió como un sencillo portfolio para mostrar fácilmente a cualquier persona los trabajos artísticos que comenzaba a realizar. Y poco a poco, se ha convertido en lo que hoy es. Os invito a hacer conmigo un viaje por esta historia.
No encuentro mejor excusa que el hecho de cambiar de año para estrenar nuevo diseño de la web. Llevaba un tiempo trabajando en este nuevo concepto, pero decidí esperar al cambio de año natural para culminar la renovación aprovechando la fecha simbólica. Podéis dar una vuelta por las diferentes secciones para contemplar el nuevo aspecto. Espero que os guste el nuevo diseño gráfico, y aprovecho la ocasión para desear lo mejor para el año que entra a todos quienes visitan mi rinconcito de internet. ¡Sed felices!
Debía ser un niño de unos 11 o 12 años cuando descubrí en un libro de texto una ilustración que me produjo una sensación de turbación y desasosiego como hasta ese momento de mi vida no había experimentado jamás observando una obra de arte. Se trataba de un cuadro (famoso) de finales del siglo XIX que desplegaba una variedad cromática que transitaba desde tonos entre anaranjados y terrosos hasta otros más azulados y verdosos. En él se podía presenciar una escena sobrecogedora: sobre el fondo de trazos hiper-sencillos se podía vislumbrar una especie de ensenada (años después descubrí que se trataba de un fiordo), un paisaje imposible de dilucidar si era urbano o rural, y un puente cruzado por varias figuras. Al fondo, la silueta de dos hombres que se alejaban del elemento principal, y atrayendo toda la atención, en el centro mismo del cuadro, un fantasmagórico ente de piel verdosa que miraba al espectador gritando angustiado mientras se llevaba las manos a la cara al tiempo que su cuerpo oscuro se retorcía alcanzando la parte más baja del lienzo. Durante un tiempo llamé inocentemente a aquella obra "el Susto". Sin saberlo aún, acababa de descubrir a Munch. Veo a todo el mundo bajo sus máscaras, caras sonrientes, sumisas, cadáveres blanquecinos... que se escapan incansablemente a lo largo de un camino tortuoso que lleva a la tumba." Durante las últimas semanas los medios de comunicación de este país han llenado minutos y páginas hablando de la flamante exposición sobre el pintor noruego que se está llevando a cabo en el Museo Thyssen-Bornemisza. Así que cualquier cosa que explique al respecto de la figura histórica y pictórica de Edvard Munch va a sobrar, dado que personalidades mucho más versadas en el tema ya lo habrán hecho. Pero no puedo dejar escapar la ocasión de dedicar unas líneas de este espacio para relatar las impresiones que me ha causado visitar MUNCH ARQUETIPOS pocos días después de su inauguración. Es difícil calificar a Munch con adjetivos que no se hayan utilizado ya, y que caen como una cascada de sensaciones sobre quien presencia sus cuadros. Precisamente la organización de la exposición juega con un aluvión de conceptos relacionados con la obra del noruego, que acompañan al visitante durante más de 80 obras, la mayoría de ellas realmente complicadas de ver para el aficionado a la pintura salvo que se viaje hasta Oslo. Melancolía, agitación, añoranza, ansiedad, incomunicación, perplejidad, orgullo, muerte, amargura, desolación, sosiego, serenidad, pánico, desasosiego, zozobra, espanto, feminidad, deleite, euforia, melodrama, agonía, arrepentimiento, despecho, culpa, amor, compenetración, atracción, incertidumbre, obsesión, sumisión, sufrimiento, nocturnidad, desconfianza, extrañeza, sobrecogimiento, vitalismo, complacencia, esperanza, frenesí, relajación, satisfacción, desnudez, armonía, curiosidad, fascinación, languidez, rubor... son tan solo algunos de los centenares de arquetipos que envolverán al visitante que pasee entre los cuadros y grabados de Munch, y que de un simple vistazo dan una idea general del turbador universo que rodeaba al pintor. Hasta el 17 de enero de 2016 se puede visitar la exposición MUNCH ARQUETIPOS en las salas del Museo Thyssen-Bornemisza, en el Paseo del Prado de Madrid. Para expertos o aficionados a la pintura, o simplemente para curiosos. Ser profano en el tema pictórico no supone un impedimento para acercarse a la obra de uno de los pintores (posiblemente) más impactantes de la historia del arte, alguien que ha conseguido que sus obras se conviertan en iconos mundiales inmortales. Si tenéis la ocasión, os animo a que os acerquéis. ¡Un saludo!
Deseaba celebrar por todo lo alto el segundo aniversario del nacimiento de www.juan-nepomuceno.com, así que he tenido la idea de adornar la página con una nueva colección de cuadros que, aparte de ser vistosos, tuvieran un significado especial y que simbolizaran parte de lo que han supuesto para mí estos últimos meses. No se me ha ocurrido una idea mejor que transportarme de nuevo a Dublin para convertir en cuadros algunas de las imágenes que allí pude disfrutar.
Dublin es un auténtico centro europeo del arte y la cultura. Una ciudad genuina e inimitable donde todo tipo de personas tienen cabida y donde resulta prácticamente imposible quedarse sin nada interesante que ver o hacer. Desde el Temple Bar al Trinity College pasando por el River Liffey o St Stephen's Green, Grafton Street, O'Connell, la fábrica Guinness... Dublin es una ciudad que levanta pasiones que he querido plasmar por medio de imágenes de sus rincones y sobre todo de sus gentes, los Dubliners. Solo tenéis que pinchar en la imagen de abajo (creo que está bastante claro, ¿no?) e iréis a la galería. ¡Espero que os guste, iré añadiendo más cuadros poco a poco! |
Juan NepomucenoArte digital, pintura e ilustración, diseño gráfico, murales... Me dedico a todo esto... y a mucho más. Llega "El año en que murió Freddie" mi primer libro de la mano de Domiduca Libreros. ¡No te quedes sin él"
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Mayo 2023
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"Deja de pensar, deja que todo fluya, siéntate al sol y disfruta de la vida."
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