Las 5 pelis que menos me han gustado en 2022

30/12/2022

Creo que podemos etiquetar como tradición la llegada de esta lista de pelis que menos me han gustado o más me han decepcionado en este año 2022. Una tradición de tres (o cuatro, no sé) años ya, que no está mal. Hay reyes y papas que duraron menos tiempo en el puesto.

Como ya señalé en la edición del año pasado, quiero insistir en que, por encima de todo, esta es una lista personal elaborada desde el máximo respeto a quienes hacen cine, la cual considero una labor maravillosa e imprescindible. Me he acercado a estas cintas que menos me han gustado desde el máximo interés, y a pesar de que no me hayan convencido, las he disfrutado.

Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore (2022)

Cada año al anunciar esta lista de las 5 pelis que menos me han gustado o más me han decepcionado intento remarcar la importancia del hecho de que la decepción implica expectativa. En otras ediciones esta más bien había brillado por su ausencia, pero en la lista de este año he de decir que sí he incluido algunas películas de las que esperaba mucho más. Bien sea por el tema que trataban o por el hype que se levantó con sus estrenos. No puedo decir que mis esperanzas estuvieran puestas en Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore. El chicle de la saga harrypoteriana que tanto he apreciado y sobre la que he trabajado mucho está ya demasiado estirado, y con las dos anteriores de este spinof la decadencia había sido más que evidente. El hecho de que al villano principal lo hayan interpretado tres actores diferentes en cada una de las entregas estrenadas hasta hoy es solo una de las muchas razones para no tenerle mucha fe a este subproducto. Amenazan con seguir haciendo más. Pero ni así logra entrar en mi top 5.

Elaborar esta lista ha sido difícil este año. He tenido muchas opciones entre las que elegir. Algunas de las que se quedaron fuera en el último momento fueron la extravagante por llamarla de alguna manera elegante El ventre del mar, del catalán Agustí Villaronga. Digamos que, partiendo de una idea noble y necesaria, la explota con un presupuesto tan bajo que obliga al espectador a ejercitar en exceso la imaginación para hacerla creíble. El género musical ha sido importante en mi top de favoritas de este año, sin embargo no precisamente por Annette de Leo Carax, de cual admito que no me declaro precisamente fan. No quisiera parecer hater de Ingrid García-Jonsson, quien ha figurado como top en todas mi listas de menos favoritas hasta el día de hoy. Su intento de documental titulado Nómadas se ha quedado fuera por poco. Pero con ella... bueno, mejor seguir leyendo hasta el final.

Y dejando de lado estos preámbulos, iré directamente a la lista de mis menos apreciadas. No dejo de repetir que no quiero ser dogmático, que estas películas pueden parecer a quien lea la lista perfectamente válidas, incluso geniales. Alguna ha sido alabada e incluso premiada. Mi opinión no vale más que la de nadie. Eso sí, las 5 pelis que menos me han gustado de 2022 que enumero a continuación me parecen malas con avaricia. Ea.

El poder del perro

The power of the dog. Australia, 2021. La gran apuesta de la plataforma Netflix para los Oscar ha sido sin duda el gran chasco que me he llevado este año. Se le dio tanto bombo y la vendieron tan bien que realmente esperaba una cinta con cierto sabor a clásico, ese cine de época que cuida hasta el más mínimo detalle y del que cada vez resulta más difícil encontrar muestras. Además, el elenco invitaba al optimismo. Pues nada más lejos de la realidad.

El resultado llega a ser tan cargante como su directora Jane Campion. La película es larga y tediosa, el argumento se apoya en premisas dignas de ser estudiadas por ofensivas, rozando lo homófobo con sutileza. Es un quiero y no puedo continuo, y para más inri, la inapropiada banda sonora sugiere emociones que están totalmente fuera de lugar. Una muestra más de que las nominaciones y premios no son garantía de calidad. Ah, y no sale ningún perro.

The Matrix Resurrections

The Matrix Resurrections. EEUU, 2021. La revolución técnica y filosófica que supuso el estreno de la Matrix original en 1999 constituyó uno de esos pequeños hitos que cambian muchas cosas en la industria del cine. Aquella historia era tan original y ofrecía tantas posibilidades que parecía inevitable que llegaran las secuelas. Las posteriores Reloaded y la definitiva Revolutions cerraron una trilogía desigual cuyo interés y originalidad fue decayendo, pero aun mantuvieron una evolución lógica sin perder su sentido.

Esta cuarta entrega de la franquicia, al mando de Lana sin contar con Lilly, la otra mitad de The Wachowskis, no es ni un nuevo capítulo, ni un reboot, ni siquiera un remake. Es algo que no tiene ni pies ni cabeza, ni gracia, ni sentido, ni había necesidad ninguna de hacerlo porque no aporta absolutamente nada. Si quieres sentir cómo dos horas y media de tu vida se esfuman en vano, es tu peli.

Blonde

Blonde. EEUU, 2022. El biopic sobre Marilyn Monroe se estrenó ligeramente tocado. Antes de su exhibición ya se oían y leían voces advirtiendo de que no iba a tener una plácida acogida. No hablamos de una cuestión exclusiva de fans de la estrella clásica, entre los que no me incluyo. No obstante, como buen amante del cine, aprecio mucho su obra, que es digna de ser admirada.

Pero la cuestión no se queda aquí. Estamos ante una cinta vendida al gran público como una biografía fidedigna, cuando en realidad está basada en una novela no precisamente rigurosa de Joyce Carol Oates. En mi humilde opinión es un morboso y malintencionado ataque a la figura de la actriz, pero es que además la película de Andrew Dominik está rodada de una manera pueril y confusa, pareciendo a ratos un publireportaje antiabortista de la famosa asociación que quiere hacerse oír. Eso sí, el maquillaje de Ana de Armas, impecable.

Elvis

Elvis. Australia, 2022. En los últimos años se han estrenado algunos biopics sobre figuras claves de la música moderna que han obtenido gran éxito -como Bohemian Rhapsody o Rocketman-. No cabía duda de que Elvis Presley era una figura digna de tener su propia película. El hecho de que contar con Baz Luhrmann en la dirección ya debería haber servido como presagio para quienes nos acercamos a ella con interés.

El rey del rock no merecía este disparate. Como todas las obras previas del director australiano esta es un intento de malabarismo estético con pretensiones de posmodernidad pero vacío de contenido. Ni se adentra en la vida del artista ni te hace sentir por un solo momento cercano al cantante interpretado por Austin Butler. De hecho, contiene pasajes que se acercan más al género paródico que al biográfico. No hablemos de la interpretación del Coronel Parker por Tom Hanks. Jamás pensé que vería al bueno de Tom haciendo un papel tan indigno.

Veneciafrenia

Veneciafrenia. España, 2021. Que el cine actual de Álex de la Iglesia anda lejos de sus cumbres creativas -El día de la Bestia, La Comunidad- no es ningún secreto. Pero, a pesar de todo, de vez en cuando sigue haciendo alguna película medianamente interesante. No es el caso de la presente cinta, un intento de cine de terror adolescente que hace más aguas que los canales de la Venecia donde de desarrolla la acción.

El de terror es uno de los géneros más complicados de trabajar con dignidad. Sus tópicos y clichés están tan explotados que resulta muy sencillo caer en la previsibilidad. En este caso, ni siquiera cuenta con el toque de humor negro inteligente que acostumbra el autor. La historia de fondo carece de interés, y las interpretaciones no ayudan a sostener el invento. ¿Quién lidera el elenco? Pues Ingrid García Jonsson. La reina de esta sección.