Con el suspense en los talones...

29/4/2020

Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense."

Alfred Hitchcock

El 29 de abril de 1980 murió en Bel-Air, a los 80 años de edad, el cineasta británico Alfred Hitchcock. Conocido como el maestro del suspense, sería injusto limitarse a definirlo como un mero creador de entretenimiento (que era como él mismo se definía), ya que estamos ante uno de los creadores más influyentes y admirados en la historia del cine.

Con más de 70 obras en su haber, fue un director muy prolífico, que comenzó haciendo cine mudo y participó en la transición hacia el cine sonoro británico. Ya desde sus inicios demostró gran maestría para transmitir tensión y suspense a los espectadores, ganándose con el paso de los años el sobrenombre de "maestro del suspense".

Cuarenta años después de su muerte, cuenta con más de una decena de películas con puntuación superior a 90/100 en metascore, además de varias con la puntuación máxima, algo que pocos directores pueden decir. Por no hablar de la relevancia, popularidad e influencia que sigue teniendo no solo entre creadores, sino también entre el público. Sigue siendo uno de los favoritos.

Quise hacer un homenaje en forma de recomendación de algunas de sus películas. Pero no tiene ningún mérito recomendar un clásico de acción y suspense como Con la muerte en los talones (North by northwest); o thrillers tan impactantes y desconcertantes como Psicosis (Psycho), o Los pájaros (The Birds); no hablemos de dos de sus obras maestras junto a James Stewart, como son Vértigo y La ventana indiscreta (Rear Window)...

Así que, aquí va mi recomendación: 5 películas de Hitchcock que no son tan famosas como las anteriores, pero que son joyas que todo amante del cine debería disfrutar. ¡Espero que os gusten!

5 PELIS TOP DE HITCHCOCK (NO TAN FAMOSAS COMO OTRAS)

Estoy seguro de que a cualquiera le gusta un buen crimen, siempre que no sea la víctima."

Alfred Hitchcock

FRENESÍ (FRENZY, 1972)

Las décadas de los 50 y 60 fueran las más productivas y exitosas para Hitchcock, en las cuales firmó muchas de sus películas más admiradas e influyentes. Sin embargo, en sus últimos diez años tan solo dirigió tres películas: La Trama (1976), Topaz (1969) y Frenesí (1972).

Desde mi modesta opinión, Frenesí es de forma indiscutible una de sus obras más redondas. Retorna a Londres como escenario donde se desarrolla la trama, y como no podía ser de otra manera vuelve a explotar algunos de sus grandes clichés. Un asesino en serie que asfixia a sus víctimas con corbatas, un protagonista que a los ojos de todo el mundo parece más que sospechoso (Hitchcock logra hacer dudar al espectador de lo que sus ojos han visto), y una implacable persecución policial.

El "falso culpable" es uno de los leitmotivs más explotados por Hitchcock, pero resulta admirable ver cómo un director con 70 películas a sus espaldas consigue plasmarlo de una manera tan magistral como él lo logra en Frenesí.

Poco más puedo decir para convenceros de que tenéis que verla. La acción de la película llega a ser tan angustiosa y se desarrolla de una manera tan frenética (haciendo honor al título de la cinta), que justifica mi creencia de que es una obra infravalorada. No olviden que Monsier Hitchcock tenía 72 años cuando rodó esta maravillosa obra maestra del suspense.

LA SOGA (THE ROPE, 1948)

El binomio James Stewart - Alfred Hitchcock es sinónimo de éxito y calidad. Sin duda alguna, bajo su apariencia tranquila y a veces desconcertada y superada por las situaciones, fue uno de los intérpretes que mejor supieron transmitir la atmósfera incierta y desasosegante que requerían los guiones de las películas del director británico.

La Soga es una película excelente. Es una obra de teatro hecha película, en realidad. Una adaptación de la obra original de Patrick Hamilton, y respeta y mantiene esa esencia teatral al desarrollarse su trama por completo en un único escenario: un apartamento de estudiantes en Nueva York.

En la escena de apertura del film, los muchachos cometen un crimen justo antes de celebrar una fiesta, e invitan a esta a un antiguo profesor de literatura (aquí es donde entra en escena James Stewart) con la macabra intención de establecer un juego psicológico con él para tratar de averiguar si es capaz de desenmascar su delito.

Se trata de una auténtica interpretación magistral de James Stewart. Imprescindible.

ATRAPA A UN LADRÓN (TO CATCH A THIEF, 1955)

Si en el apartado anterior señalé que la colaboración de Hitchcock junto a Stewart fue productiva, qué podemos decir su trabajo con Cary Grant. A parte de protagonizar la que para mi gusto es la cinta más redonda del cineasta británico (hablo de la magistral Con la muerte en los talones - North by Northwest de 1959), fue el principal en otras tres de sus obras.

La que aquí traigo como recomendación no es otra que la intrigante (cómo no), entretenida y divertida Atrapa a un ladrón, en la que Grant da vida al famoso ladrón felino, pero no el de Springfield (los fans más fieles de The Simpsons notarán la referencia si ven esta película), sino el francés.

John Robin es un antiguo ladrón de guante blanco y habilidades felinas retirado plácidamente en la costa azul francesa, hasta que una serie de robos que imitan su estilo lo ponen contra las cuerdas. Nuevamente, Hitchcock explota el cliché del falso culpable al que todas las pruebas acusan, y quien tiene que mover cielo y tierra para demostrar su inocencia.

Hasta aquí, suena como otras muchas películas de Hitchcock. Lo que da la gran fuerza a Atrapa a un ladrón es su pareja de protagonistas. No oculto que Cary Grant es uno de mis actores favoritos de todos los tiempos. Su mirada, su sonrisa, ese andar tan particular, por no hablar de la ambigüedad de la que dotaba a sus personajes (y no solo en el cine de Hitchcock, mención aparte merece Charada de Stanley Donen), haciendo siempre al espectador dudar de las intenciones reales de su personaje. Magnífico. Y qué decir de su contrapartida femenina, Grace Kelly. Su escena conduciendo a toda velocidad por los acantilados de la costa azul es sobrecogedora (ya saben cómo terminó su historia...) En resumen, es una peli obligatoria.

CRIMEN PERFECTO (DIAL M FOR MURDER, 1954)

Las décadas de los 50 y los 60 fueron muy productivas, y probablemente, la era dorada del cine de Hitchcock. A esta época prolífica (filmó 16 películas entre 1950 y 1070) pertenecen muchas de sus grandes obras. Algunas no son tan recordadas como otras, quizás por su sencillez formal. Una de las que quisiera rescatar es Crimen Perfecto (Dial M for Murder en su título original).

En esta película, el director recupera la ambientación intimista y casi teatral que había desarrollado con gran maestría, por ejemplo, en La Soga. La trama se cuenta casi en exclusiva en la vivienda de los protagonistas, salvo alguna pequeña excepción. El planteamiento es sencillo, un marido enfadado y vengativo (interpretado por Ray Milland) planea el crimen perfecto para acabar con la vida de su esposa (a quien da vida Grace Kelly) sin que nadie pueda incriminarlo. Pero en esta ocasión, va más allá del cliché del "falso culpable" tan hitchoquiano. Las cosas se complican bastante más. Se trata sin lugar a dudas de una obra magistralmente dirigida. Imprescindible.

EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO (THE MAN WHO KNEW TOO MUCH, 1956)

Esta obra de Hitchcock es un remake de otra propia de título similar, rodada en 1934, pero en versión muda. En esta ocasión, engrandece la trama y la traslada de los Alpes a Marruecos, y de ahí, en una persecución trepidante a Inglaterra.

Pero no quiero adelantarme y mucho menos desvelar datos importantes de la trama. Esta peli nos ofrece algunos de los elementos más significativos del cine de Hithcock, el McGuffin (o gancho sin importancia argumental pero que sirve para desarrollar la trama), los personajes ambiguos que no se sabe en qué bando están, y los personajes inocentes a quienes enredan en una conspiración viéndose obligados a convertirse en héroes.

El hombre que sabía demasiado tiene ese sabor del mejor cine clásico. Cargado de clichés y situaciones en las que crees que sabes qué va a pasar, pero siempre sorprende. James Stewart, magistral como siempre, hace un dueto perfecto con la cantarina Doris Day. Esta película es entretenimiento al más puro estilo Hitchcock.

Propina: HITCHCOCK & TRUFFAUT -libro y película documental- (1966 libro, 2015 película)

No quisiera dejar pasar la ocasión para recomendar, como propina a todo lo propuesto con anterioridad, esta magnífica obra documental dirigida por Kent Jones (y que cuenta con la participación de grandes cineastas como Wes Anderson, Steven Fincher, Martin Scorsese, Richard Linklater, y más).

El planteamiento es sencillo, se limita a narrar la historia del encuentro entre Alfred Hitchcock y François Truffaut en 1963, del que nació una de las biblias del cine, escrito por el propio Truffaut, El Cine Según Hitckcock, además de la magnífica amistad que les unió hasta la muerte del inglés en 1980.

Al margen de la admiración que Truffaut sentía por Hitchcock, y que detalla maravillosamente en su libro, los demás cineastas participantes relatan la influencia que el cine de ambos tuvo en su devenir. Una obra Imprescindible para cinéfilos.