Nunca tuve miedo. Es algo que supe con claridad desde el primer día. Hubo lugar para un gran abanico de sentimientos, pero el miedo no era uno de los que tenían cabida. Al principio, me pudo la ignorancia, no podía entender lo que pasaba, quizás era demasiado joven. Los acontecimientos se desarrollaron tan deprisa que pronto me doblegó la incredulidad. No es que no entendiera lo que me sucedía, dentro de mis esquemas mentales ya no era desconocido el enemigo al que me enfrentaba, pero me costaba asumir como real todo aquello. A menudo me percibía a mí mismo como un extraño, como una persona ajena a mi vida, cuya descomposición estaba presenciando desde un posición de espectador privilegiado. Aquella persona que veía en el espejo cada mañana no era yo, no podía serlo, y aquella no podía ser mi vida. Por las noches, mientras dormía, a veces soñaba que despertaba y volvía a mi vida anterior. Pero no fue así. Esa era mi vida, el extraño del espejo era yo, y lo que estaba viviendo era real. Fui venciendo a la incredulidad, fui aumentando la fe en que podía salir de aquello, podía vencer a aquel enemigo intangible cuyo nombre apenas podía pronunciar a esas alturas de la aventura más que con un fino hilo de tímida voz. Por el camino perdí muchas cosas, y encontré otras. Perdí a veces la sonrisa, aunque siempre retornó. Perdí en algún momento la ganas de seguir luchando, pero fueron breves mis flaquezas en ese sentido. Perdí amigos, aunque en realidad nunca hayan dejado de estar a mi lado. Pero, a pesar de todo, nunca sentí miedo. No llegué a sentirlo por la dificultad de aquello a lo que me enfrentaba. No lo sentí por no creer que iba a salir hacia adelante. Siempre creí que lo conseguiría. Han pasado muchos años, pero los recuerdos de aquellos momentos y los sentimientos que me invadieron siguen frescos. Están conmigo, y nunca dejarán de estarlo porque la persona que soy hoy y la que seré mañana son el resultado de aquel adolescente que luchó contra la leucemia. Y sí, 18 años son muchos. Por suerte, la gente que se enfrenta hoy en día a aquel mismo monstruo contra el que comencé a luchar con apenas 12 años lo tienen un poquito más fácil que los que lo hicimos allá por el año 97. ¿Lo tienen más fácil? Sí. Lo tienen menos difícil, hay más esperanza de la que había antes. Se ha avanzado a pasos agigantados en la lucha contra la leucemia, y muchos de estos avances han llegado gracias a la Fundación Josep Carreras. Del 21 al 28 de Junio, con motivo de la celebración de la Semana contra la leucemia, de la mano de la Fundadación Josep Carreras contra la leucemia, muchos ex-pacientes, pacientes y familiares vamos a salir a las calles y a inundar la red para concienciar a todos aquellos que quizás no conocen lo terrible que puede llegar a ser vivir de cerca una enfermedad de este tipo de que, juntos, somos imparables contra la leucemia. Desde que se creó la Fundación Josep Carreras en 1988, la ciencia ha avanzado de forma excelente cambiando radicalmente el pronóstico y tratamiento de las leucemias. Pero aún hoy perdemos a la mitad de los pacientes adultos y a dos de cada diez niños. No se han determinado las causas de los diferentes tipos de leucemia y algunas son del todo incurables. Por todo ello, la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia tiene un objetivo: "Hasta que la curemos definitivamente, no vamos a parar". Este es el elemento central de la campaña: recaudar más fondos y recursos para invertir en investigación científica, para acortar el camino hacia la curación definitiva de la enfermedad. En este año 2015, el objetivo es conseguir que la sociedad colabore enviando SMS solidarios: Envío de la palabra IMPARABLES al 28027. Con muy poco de cada uno, ¡podemos hacer mucho entre todos!Después de más de 25 años de trabajo intentando mejorar la calidad de vida de los pacientes y, sobre todo, conseguir una curación definitiva para la leucemia, en 2010 la Fundación Josep Carreras decidió emprender, al lado de la administración pública, un proyecto histórico e incomparable: el primer centro de investigación europeo exclusivamente focalizado en la leucemia y otras enfermedades hematológicas malignas y uno de los únicos que existen en el mundo. Así nace el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. El Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), centro CERCA de la Generalitat de Catalunya, se constituyó con el objetivo de impulsar la investigación biomédica y el desarrollo de la medicina personalizada de las hemopatías malignas y, especialmente, de la leucemia. Se trata de un centro sin precedentes que, con el trabajo y rigor de investigadores de todo el mundo, utiliza las tecnologías más innovadoras para intentar ganarle la partida a la leucemia y las demás hemopatías malignas. Actualmente, la Fundación Josep Carreras está en plena construcción del más grande de los campus científicos que configuran el Instituto y que se inaugurará a mediados de 2016, el campus ICO Germans Trias i Pujol. Algún día la leucemia se curará, pero queremos que ese día esté cada vez más cerca. Con tu ayuda la investigación puede avanzar: COLABORA pinchando aquí
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Juan NepomucenoArte digital, pintura e ilustración, diseño gráfico, murales... Me dedico a todo esto... y a mucho más. Llega "El año en que murió Freddie" mi primer libro de la mano de Domiduca Libreros. ¡No te quedes sin él"
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Enero 2023
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"Deja de pensar, deja que todo fluya, siéntate al sol y disfruta de la vida."
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